Hotel America Barcelona – Barcelona Hoteles, España
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Los huéspedes del Hotel Granados 83 pueden disfrutar de un baño en la piscina al aire libre, hacer ejercicio en el gimnasio o relajarse con una copa en el bar. Los huéspedes tienen acceso a registro de entrada y salida exprés, recepción 24 horas y sala de reuniones. También hay una terraza en la azotea, un bar cafetería y servicio de habitaciones 24 horas.
El Barcelona Hotel Granados 83 dispone de 77 habitaciones equipadas con todo tipo de comodidades para garantizar una estancia agradable. Todas disponen de baño privado con albornoces, zapatillas y secador de pelo.
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El Hotel Granados 83 está situado en una tranquila calle peatonal del emblemático barrio del Eixample de Barcelona, a pocos pasos del Passeig de Gracia y de la Avinguda Diagonal. El patio principal se encuentra bajo un espectacular techo de cristal, y a su alrededor se sitúan 77 lujosas habitaciones y suites dúplex con piscina y terrazas semiprivadas. Dispone de un pequeño gimnasio, bar, restaurante y terraza con piscina exterior y vistas al centro de Barcelona. También hay un centro de negocios y acceso Wi-Fi gratuito en todo el hotel, salas de reuniones y espacios polivalentes para eventos y aparcamiento (plazas limitadas). También se admiten animales de compañía.
Además de hotelero, Jordi Clos es egiptólogo, coleccionista y mecenas. Preside la Fundación Arqueológica Clos y el Museo Egipcio de Barcelona, la mayor colección privada de arte egipcio de Europa expuesta al público, y financia excavaciones arqueológicas en Egipto desde hace más de veinte años.
Entre sus paredes de diseño industrial, el Hotel Granados 83 alberga una fascinante colección de arte asiático, con setenta piezas que muestran una gran variedad estilística del arte hindú y camboyano de los siglos X y XI d.C.. Entre ellas se encuentran los espectaculares relieves hindúes que adornan el vestíbulo y el bar del hotel, arte y esculturas jemeres del siglo VIII, ricas representaciones de Buda y el panteón hindú que muestra la evolución del arte tradicional hindú.En el interior de las habitaciones y espacios públicos, hay piezas más pequeñas, puertas talladas, celosías de ventanas y un pequeño altar. Destaca su insólita colección de barras de madera tomadas de la estructura de los carruajes ceremoniales utilizados en las fiestas religiosas, así como una colección de mosaicos romanos que remontan a las grandes villas patricias de los siglos II-VI d.C.
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Está situado en la calle peatonal Enric Granados, famosa por su variedad de restaurantes, bares y terrazas, y corazón de moda del barrio del Eixample.El hotel, ubicado en un edificio clásico de mediados del siglo XIX, alberga paredes de arquitectura industrial que reproducen las fábricas textiles de la época en Cataluña y, en el exterior, una fachada de piedra egipcia y mármol rojo y bellos pilares de mármol.El Hotel Granados 83 dispone de 77 lujosas habitaciones y suites dúplex, algunas con terraza semiprivada y piscina. Dispone de salas de reuniones y actos, restaurante con patio exterior, bar, gimnasio y una terraza en la última planta con piscina exterior, solarium y bar de cócteles.
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Alojarse en La Rambla puede garantizar la proximidad al paseo marítimo de Barcelona, pero tiene un precio: la omnipresencia de los bares de tapas para turistas y las tiendas de souvenirs iluminadas con fluorescentes empieza a restar encanto a las antiguas calles peatonales. A diez minutos a pie (o cinco euros en taxi), en una zona más tranquila de la ciudad, se encuentra Granados 83, un moderno hotel de 77 habitaciones agradablemente alejado de la locura.
Gracias a una impresionante restauración, un antiguo hospital neoclásico se ha convertido en un moderno hotel boutique con un patio acristalado. Las ricas e inusuales texturas confieren carácter a los espacios de Granados 83: mármol rojo y detalles de acero enmarcan la entrada, el espacioso vestíbulo está revestido de fría piedra blanca y negra, y los pasillos con bordes de mármol conducen a habitaciones con paredes de ladrillo visto y cabeceros de cuero crudo.
Dos restaurantes, uno mediterráneo y otro de influencia asiática, sirven cocina clásica con un toque gourmet. Cuando hace más calor, este último sirve sus platos junto a la piscina, que no es lo bastante grande como para darse más que un chapuzón, pero que resulta muy agradable de contemplar con una copa en la mano al atardecer.