2011 atws – aventuras
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Dos o tres días después de nuestro viaje a Zinacantán, serpenteamos por las calles de San Cristóbal de las Casas y tomamos la carretera hacia el sur, en dirección a Comitán de Domínguez, con destino a Amatenango del Valle, un pueblo de 6.000 habitantes. La lengua de Amatenango es el tzeltal, aunque el nombre del pueblo es nauhatl por “lugar fortificado de las higueras”. Sus mujeres visten el tradicional huipil (blusa) rojo y amarillo. La plaza del pueblo, dominada por el Templo de San Francisco de Asís, del siglo XVIII, está rodeada por empinadas laderas de 1.600 metros de altura.
La artesanía de Amatenango es la cerámica, creada por mujeres. A medida que nos acercábamos a la ciudad, vimos a ambos lados de la carretera puestos llenos de vasijas de barro, animales de barro y palomas de barro. Mujeres vestidas con la ropa típica de Amatenango pintaban vasijas de barro fresco mientras esperaban a los clientes.
La arcilla para fabricar las vasijas procede de laderas situadas a varias horas a pie del centro de la ciudad. La leña de roble duro para cocer las vasijas procede de las colinas altas, y se baja en un salvaje paseo en carreta hasta las casas de los alfareros. La mayoría de las mujeres del pueblo se dedican a crear vasijas, y la mayoría empieza a trabajar el barro en la primera infancia. Muchas mujeres de Amatenango no recuerdan cómo era su vida antes de dedicarse a la alfarería.
Conoce a la gente de #México – Flip the Lens Faces of the World
Amatenango del Valle, llamado en su lengua Tzo’ontajal “El pueblo de los Alfareros”, se ubica en una pequeña elevación que domina un fértil valle cubierto de milpas, a 38 km. de San Cristóbal de Las Casas por la carretera federal 190 hacia Comitán.Es un hermoso pueblo tzeltal que se ubica en una elevación que domina un fértil valle cubierto de cultivos, donde persiste hasta nuestros días el uso de métodos prehispánicos en el proceso de elaboración de la alfarería.
Cada jefe de familia cuenta con un pedazo de tierra para trabajar y estos se ubican en las inmediaciones de la cabecera municipal.Sus productos agrícolas son vendidos a una bodega receptora, la cual se encarga de distribuirlos a empresas de otras partes de la República.Cuenta con una población de más de 6600 habitantes y se ubica a 1810 metros sobre el nivel del mar. El nombre de Amatenango del Valle significa en náhuatl “lugar fortificado de los amates”; Debido a las continuas guerras los pueblos solían fortificarse; como consecuencia de esto, la palabra tenango, lugar amurallado, se convirtió en sinónimo de lugar o pueblo.
Un atajo un Camino (Ilumexico: un atajo, un camino)
Este es un emocionante viaje de día completo para ver una magnífica cascada en el centro de Chiapas, prepárate para caminar entre la exuberante naturaleza e involucrarte en la cultura maya, visitando la casa de una familia local maya.Los lugareños son Tzeltales mayas, me gusta visitarlos porque se puede sentir la atmósfera mística de un pueblo campesino. Permiteme llevarte a un lugar donde me gusta estar, a una familia indigena que son amigos mios.te hare saber como son las cosas por aqui, en un mundo aparte dentro de otros.este dia, veremos el taller de alfareria de una familia local en Amatenango. Dentro del corazón de las zonas rurales visitaremos a una familia maya para conocer el folklore y las tradiciones de un pueblo con claras raíces prehispánicas, les mostraré las maravillas naturales de la región, y a los lugareños que protegen su cultura con sus tradiciones.Estaré encantado de personalizar los horarios y las visitas según sus intereses.
Salida del hotel, continuación al parque de las cascadas de Chiflon.Dos horas de caminata para visitar los diferentes miradores de este Grupo de Cascadas.Una hora de tiempo para un almuerzo opcionalContinuación a Amatenango del Valle para visitar a una familia local maya.Regreso al hotelFin de los serviciosEste tour puede ser Personalizado bajo petición.
2011 atws – chiflón y amatenango del valle
Bela, de Bela’s B&B, nuestro hogar favorito en San Cristóbal de las Casas, nos invitó a ir con ella al pueblo alfarero de Amatenango del Valle para reemplazar una chimenea de cerámica. El pueblo está a una hora en taxi de la ciudad, en las tierras altas de pinares donde pastan las ovejas y los campesinos mayas siembran sus milpas de maíz, calabaza y frijoles.
Nuestra primera parada fue en la casa de cerámica de Esperanza Pérez Gómez, una de las mejores artesanas del pueblo. Trabaja con su hermana y juntas dan forma y pintan fabulosos jaguares, gallinas, palomas y fuentes.
Aquí las vasijas se hacen con arcilla local y se cuecen en un horno que es una plataforma de rejilla metálica rodeada de piedras, luego se cubre con madera y estiércol de vaca u oveja. Todo se “cuece” en la superficie y probablemente no alcanza más de 800 o 1.000 grados Fahrenheit, considerados fuego lento en el mundo de la alfarería. Las piezas son decorativas y no están diseñadas para cocinar.
Los puestos que bordean la carretera de entrada a la ciudad están repletos de kitsch de barro y de vendedoras ataviadas con sus huipiles bordados a mano, tan interesantes como las vasijas de barro que producen sus familias.